Sin duda alguna el embarazo va acompañado de numerosas transformaciones, tanto a nivel físico como emocional. Algunas de las modificaciones que la futura mamá experimenta en su
cuerpo son más visibles que otras. Y, una vez más, el suelo pélvico es el gran
olvidado en una etapa en la que, precisamente, debería ser el invitado de
honor. ¿Quiere saber por qué?
A lo largo del embarazo los
músculos de su suelo pélvico se ven sometidos a una presión superior de lo habitual, y no de manera puntual (como sucede cuando realiza algún esfuerzo),
sino constante. Debido al aumento de volumen y a las hormonas que se segregan
durante el embarazo (relaxina y progesterona) los ligamentos de la región
perineal y abdominal se relajan en exceso (diastasis).
En consecuencia el abdomen se
distiende, disminuyendo el tono de la musculatura de esta zona, y es por esto
que el periné corre el riesgo de debilitarse, algo a lo que también contribuye
otro factor que afecta a las presiones del suelo pélvico y es bastante
frecuente entre las mujeres embarazadas: el estreñimiento.
Todo ello acaba traduciéndose
en que, con frecuencia y, sobre todo, durante el último trimestre puedan
aparecer los pequeños escapes de orina, al toser, estornudar, reír a
carcajadas… Es lo que llamamos incontinencia urinaria de esfuerzo y, en algunos casos, puede
prolongarse tras el nacimiento del bebé. Pero tranquila, se pueden tomar
medidas para evitarlo y sino para tratarlo.
Más de un tercio de las mamás
que dan a luz por primera vez se ven afectadas por este tipo de incontinencia
tras el parto. Aunque las pérdidas sean pequeñas, aunque se trate de unas
simples gotas de orina que se escapan involuntariamente, no debe pasarlo por
alto. Si se encuentra en esta situación, es importante que consulte a un
fisioterapeuta experto en suelo pélvico.
Ejercitar el suelo pélvico
durante el embarazo
Mediante la práctica regular de
ejercicios específicos, mejorará su musculatura y su periné, con esos ejercicios encontrara
beneficios como:
- Soportar mejor el aumento de peso que conlleva el embarazo
- Reducir el tiempo de la fase expulsiva del bebé
- Disminuir las posibilidades de sufrir desgarros o recibir una episiotomía en el parto
- Favorecer la regeneración de la zona perineal tras el nacimiento del bebe, gracias a una mejora en la vascularización.
- Tome conciencia de su periné: localiza y siente los músculos que lo forman
- Aprende a contraer y relajar estos músculos.
- Acude a un especialista para que valore el estado de su suelo pélvico no más tarde del sexto mes de embarazo.
- Cuide siempre su postura: cuando esté sentada, cuando camine, cuando esté de pie, cuando vaya al baño, cuando coja peso, etc.
- ¡Constante movimiento! Salvo que su médico le haya recomendado reposo, le conviene estar activa durante el embarazo y realizar ejercicios respetuosos con su suelo pélvico.
- Evite los deportes de alto impacto sobre su periné (especialmente si ya está debilitado), así como los abdominales tradicionales.
- Lleve una alimentación sana y equilibrada, rica en fibra, e hidrátese bien para prevenir el estreñimiento (que conduce a un aumento de presión sobre tu periné al defecar).
- Aprenda a realizar el masaje perineal y prepare su periné para el parto.
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